lunes, noviembre 25, 2024

Aulas de português têm ...


¿magia? ¿mistério? 
Bueno, un poco de todo eso.
Días atrás, a modo de agradecimiento y en la previa de la MAE - Muestra Anual de Educación, clásico berazateguense donde talleres de distintas disciplina exponen sus obras o un recorte de sus momentos-, quise retribuir el valor de la enseñanza a esta experiencia en su segundo año.
Aquí imágenes y texto acompañando....

Estudar português: uma aventura cotidiana

 

¿Se pueden recorrer otros mundos aun permaneciendo en Berazategui?

Por supuesto que sí.

La chance la da el lenguaje y fundamentalmente las ganas de conocer nuevos idiomas a partir de un taller semanal.

 

Como una suerte de GPS y lazarillo, Silvana Cristaudo oficia de guía para quienes, por caso, elegimos involucrarnos con el portugués como lengua a descubrir.

 


Lejos de poner el acento en las diferencias lógicas del idioma que cobijó a Pelé, Sonia Braga, Saramago, Caetano, Ayrton Senna o a los más cercanos Neymar, Xuxa o Cristiano Ronaldo, las clases se centran en conocimientos básicos y necesarios para un útil intercambio cotidiano.

 

Así, de modo democrático y desde el primer día, nos llegan herramientas que invitan a ejercitar un diálogo a prueba de intentos relegando los prejuicios de no saber, para zambullirnos de lleno a la magia de la lengua del país vecino.

 

El texto ‘Bem vindo’ ayuda a saber más acerca de temas prácticos como saludar, conocer comidas, lugares de la casa o simplemente el modo de moverse en la calle; manual elemental para quien se imagine (¿por qué no alguna vez?) a recorrer las calles de San Pablo, soñarse frente a las playas de Ipanema, soñando hacer turismo de Aventura en el Matto Grosso o simplemente contemplar ‘Avenida Brasil’ en su habla original.

 

En este sentido, las clases van más allá del útil abecedario, el modo en que se nombran los números o los días de la semana y apela a descifrar inquietudes personales que superan las reglas ortográficas o la rigidez de la pronunciación.


 

En nuestro caso, la profesora del Grupo II, es timonel del aula asignada en El Patio. Allí durante dos años, la puesta en común nos permitió no sólo comprender las diferencias fonéticas o la complejidad de la conjugación de subjuntivos, sino también expresarnos sobre proyectos, sentimientos y aspectos más terrenales.

 

En ese ida y vuelta supimos cómo llamar a los colores, los lugares de la casa, multiplicamos los verbos para describir nuestras actividades diarias pero también nos animamos a imaginar una entrevista laboral, seleccionar un destino soñado y hasta entender las preocupaciones de los compañeros en su pelea diaria. Siempre en portugués, claro.

 


En tiempos complejos regidos mayormente por la dinámica de la vida digital,  apresurados por las urgencias económicas y con las dificultades de escucharnos y compartir momentos, es digno de celebrar un espacio de aprendizaje e intercambio real como el taller de portugués.

 

De la mano de Silvana, el luso se nos volvió un idioma interesante, práctico y musical, pero también un recurso primario para interactuar con los demás.       

 


Aprender entonces, no tiene que ver ni con la edad, el género, la clase social o los momentos, sólo con aventurarse y adentrarse en nuevos sueños.

Tan alcance de la mano, como el hecho de proponérnoslo.


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