Lo bueno de ser millonario

A 24 horas del baile gallina al Rojo, la respuesta obvia sobre la diferencia millonaria, diría un abuelo culto que no tuve, suena "a verdad de Perogrullo" (bien, ya espanté a tres potenciales lectores 2.0), tradújese "dadas las diferencias ocurrió lo previsible". 

Y quizás SI mi abuelo gallego que poco sabia de acumular divisas, pero mucho de conciencia social, pudo haber utilizado aquella frase en sus años mozos cuando teatro y socialismo mancomunaban los sueños de inmigrantes revoltosos aquí, mientras Franco esparcía su escuadra berreta en la madre tierra. Vencidos vs. vencedores.

Antes de adentrarme en un vago análisis acerca de los que tienen la tarasca o, para ser más claro, cuál sería la condición de sujeto afortunado que esbirra sueños sólo por llegar a lo más alto, me detengo en un anécdota más terrenal. 

¿Les conté alguna vez que el abuelo a quien hice referencia (Jesús Manuel) se ganó la lotería? 

La leyenda familiar rescatada en la memoria de Vicenta y de su hija (mi madre) se centra en un gesto singular (un permitido, digamos) para modificar el destino de aquel matrimonio modesto: vendedor ferretero casado con ama de casa, más dos hijas, tras la gracia de la divinidad timbera. 

"Vino Manuel (imaginen un relato entre gutural y cadencioso, estilo portugués) y ordenó: 'Vamos, trae la sidra y el pan dulce para brindar”. "Pero si falta una eternidad para las fiestas", desafió aquella vez la dueña de casa algo confundida. "Que nos hemos ganado la lotería mujer", siguió el Cristo terrenal. 

Mi imaginación concluye con un improbable abrazo familiar con ellas mostrando los dientes y proyectando un porvenir venturoso. Que por supuesto no fue.

Quizás el inconsciente, que siempre es sabio, me acerca hasta ahí como la chance más cercana de mi fortuna, sospechando lo ilusorio de ser millonario en aquel provechoso pero efímero billete, que les permitió, entre otras cosas, mejorar la vivienda y sentirse algo tranquilos.

Por el lado paterno entiendo que la cosa debe haber sido más difícil. Aunque contemplar las fotos de los viejos de Rubén (pater) realizadas en un estudio fotográfico -ritual ineludible de entonces-, exhibe la noción de saber "darse un buen gusto" con la dupla seria, portando trajes y vestidos nuevos, prolijamente exhibidos para la posteridad.

De esa familia y pensando en riqueza, prefiero quedarme con las blanco y negro de encuentros multitudinarios en patios de comilonas o las de amuchados compañeros de fábrica o fulbito, donde la risa pícara de mi joven abuelo Pascualito, parecía arrimarlo a su zenit. Circunstancias que emulan la frase que fastidia a los odiadores de siempre: "los años más felices siempre fueron peronistas". Pobres, hasta aquello de "Volveré y seré millones", redefinieron un parámetro que desdibujó los codiciados seis ceros de papel para realzar la noción de multitudes. 

*Aclaración: este texto no es prolijo ni sostiene la linealidad que un recorrido amable requiere. Acaso se explique en el hecho de ser un rehén más de la distopía latente. Esa grieta ensanchada cada vez más entre los que lo tienen todo y quienes cuentan con lo que pueden...hasta ahí.  

"Si tuviera un equipo como el de Guardiola, con cada jugador que vale 100 palos, seguramente jugaríamos distinto", había preanunciado el Ruso Zielinski en la previa del clásico con Racing. El plantel de Martín De Michelis que nos sopapeó sería esa versión remozada en estas tierras de humanidades flacas y especuladores pipones. 

Entonces pensé en la lógica presente de un socio desesperado. "Que venga uno de Dakar o de Qatar para salvar a Independiente", como soltó el fin de semana Motoneta, un partidario que se vende como el más fervoroso simpatizante del club que sigo y busca al mejor postor, para sanear el dolor del derrotado. 

No voy a aburrirlos con asuntos chiquitos e internas futboleras que no le importan a nadie ajeno a este baile, pero sí pensar que las cuestiones de privilegio, vienen en el envase de cualquier monarca de los morlacos. Nada más alejado que la noción romántica del Rey de Copas. Tal fortuna representaba otra cosa. 

https://cadenaser.com/nacional/2023/04/06/las-crisis-de-los-ultimos-anos-lo-que-han-hecho-ha-sido-dejar-mas-ricos-el-sector-del-lujo-encabeza-la-economia-mundial-cadena-ser/

A esta altura ¿alguien puede comprender dónde reside la genialidad de Elon Musk? ¿Es lícito que los unicornios no tributen, sólo por condición de billonarios y la fundamentación de "porque son tan geniales..."?  ¿Puede justificarse que los GAFA tengan la libertad de imponer su voluntad por encima del valor democrático de una nación, rajando a diestra y siniestra en nombre del chatGPT o cualquier nueva aplicación que ratifique la prescindibilidad del laburante en estos tiempos que corren?

Tranquilos tampoco voy a meterme con la política. Bah, todos sabemos que del signo de interrogación del arranque de este post hasta el punto final, cuenta con connotaciones de ese tipo.  Lo mismo sucede a quien ya descartó esta lectura desde el primer párrafo a a la altura de este texto. No existe “sólo mirar”, “solo me expreso”. Todo coso es político.  

En concreto, desde hace algunos siglos y pico lo que más incomoda sigue siendo referirse al Capitalismo y ponerlo bajo sospecha. La censura de los críticos tras la década del treinta o durante la Guerra Fría, ratifica que aún con la muerte de la historia, los herederos de la máxima que indica "la supervivencia de los mejores", siguen vivito y coleando. Ahí están ellos defendiéndose sin embargo con "la amenaza del comunismo", para justificar todos sus caprichos y desquicios. 

 

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https://www.cronista.com/financial-times/boom-del-lujo-la-nueva-era-dorada-de-los-multimillonarios/

"Che negro, ¿a cuántos habrás cagado para semejante fierro?". No era esta una pregunta retórica, más bien se trataba de una afirmación socialmente consensuada para quien de la noche a la mañana luciera su 0 kilómetro en busca de adulación. La mayoría terminaba sacándole las fichas, sin esperar respuesta.

Tal virtud de winner llevó, por ejemplo a que los elegidos durante los noventa, se animen a hacer gala de su culto en las revistas del corazón. Atenti que en el póker, el cuore simboliza bondad, lo que podría traducirse en sintonía menemista: "Entra a mi casa, dale, no ves que estoy abriéndote mi corazón". El lujoso placard del juez Trovato (obsequio cuál dádiva) resultó icónico para los bienafortunados de entonces.

Pero siguiendo esta línea en la que lo incierto pasa por lo no dicho (como casi siempre) ¿Está mal preguntarse acerca de aquellos que  tienen tanto que no saben lo que tienen?

Y es que billete mata galán, descencia, sentido. En consonancia con la línea futbolera. ¿Qué cambió en el mundo para que el Manchester City haya superado las dudas en torno a su dudoso Fair Play Financiero? 

¿Fue su juego el que frenó la catástrofe? 

¿O con una veintena de futbolistas palos rúcula se puede creer en la justicia económica? A Pep le queda todavía la asignatura de animarse a algún club más modesto. Ahí te quiero ver (y no soy antiGuardiola, aclaro)

Lo cierto, y perdón por mi recurrencia con la Premier, es que el Chelsea pasó de malgastar a cuenta (ex club del ahora censurado Luis Abramovich, por aliado ruso) a ser observado con desdén. En contrapartida, el histórico Newcastle dejó de ser la Cenicienta, para pelear en lo más alto. Todo con dudosos infladores de divisas. ¿Dudosa moral? Imposible asumirlo. Rectifico, sólo hay una dudosa moral y es la de aquellos que menos tienen y hacen lo que sea por obtener algo. 

 https://expansion.mx/economia/2023/01/16/1-mas-rico-del-mundo-acumula-63-de-la-riqueza-global

Divididos por posturas respecto de la guerra, por los gustos, por el modo de alimentarnos, de viajar, por el club, por las plataformas preferidas, por la música, eludimos esa separación invisible más tirana de lo que parece. A sabiendas y con la virtud de los iluminados en la cima de la pirámide: están los que se codean con la belleza y quienes arrastran su existencia. Planteo injusto cuya alternativa, según indica las buenas normas, es esperar que la bendición te llegue. Que te salga un pase al exterior para jugar en Bulgaria o la MLS, que te llegue el billete Wonka. Que el capitalismo te mire.