jueves, enero 05, 2017

El país de 'vos pagá que yo disfruto'

Apenas abrís los ojos y los portales de noticias ya te advierten de qué va la cosa: a la caza de los pibes delincuentes en otro potencial debate republicano. Te señalan después quiénes son los probables legisladores que se opondrán como para que quede claro que ellos no estarían entendiendo lo mejor para el país.
A modo de confusión te tiran lo del monotributo, ya pasó lo del blanqueo, te avisan que la inflación del año estará bárbara y que no sé en cuanto tiempo los piquetes serán definitivamente controlados.
Mientras tanto, ellos te cuentan cuál y por qué una playa del Este (Punta, of course) se volvió top. Te recuerdan que el Presi no descansa nunca y lo exponen con el paradisíaco fondo a sus espaldas. Y sí el tipo sufre, igual que la chica que se llama como ese puerto británico ubicado al sur del sur, en esas islas que, bien podríamos desistir de reclamarlas.
Te hablan de las casual vacations en nuestra costa pobre, te dicen que los incendios pampeanos son una barbaridad; algo de nuevas tecnologías para que te ilusiones, las excursiones al ahora sí, hermano chileno, a fin de lograr un 'deme dos', versión Miami 81.
Evitás leer los tuits del obediente flamante ministro para no hacerte malasangre. Está claro que para él el término patria está demodé o no se corresponde con sus prioridades. Eso sí, los impuestos a los trabajadores deben controlarse y aplicarse urgentemente.
Y entre este clima esquizofrénico (hablo de la temperatura), contando o descontando las monedas, asumís que es muy poco probable que te tomes vacaciones en familia. Que hay que reinventarse o planificar algo en conjunto para que no te vayas en febrero a marzo. Mientras un par de colegas del medio te piden que no te olvides, que cualquier lugarcito a nivel laboral les vendría bien.
A fin de cuentas, si no podemos disfrutarla a mirarla por las múltiples pantallas. Te ilusionás con las incorporaciones en tu equipo, aunque no sabés si habrá futbol, Asumís que Film & Arts ya no pertenece a tu grilla y no tenés ganas de pasar por la oficina del cableoperador amigo, aceptando que pertenecer al HD tiene otro precio.
Por todo esto, lo mejor es Instragram (saqué algunas fotos, para demostrarme que mi huerta sobrevive, aún con Mauricio), estar atento al hashtag del día (que te cuenta a quién hay que odiar y qué privilegio te estarás perdiendo) y a mirar la fluidez de los trolls adoctrinados o los sabios iphoneados.
Aún y a pesar de ellos, la parra que heredé de mis abuelos, este verano promete.

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