"Si ella se muere por aparecer", musitó. "Pero algo se me ve a ocurrir"
Así le dio una indicación al fotógrafo oficial. "¿la puerta del baño?", soltó este. "Sí, como un encuentro casual" ("los míos lo entenderán", dijo para sí).

Ni el mismo Gutierrez Saldivar le habría dado semejante trato a las pinturas de Carpani, Santoro y Alonso.
Apenas hizo clic, el reportero bajó la cabeza y eludió la mirada de la abuela.
Temía sentirse avergonzado. La saga de retratos que siguieron, serían de rutina.
La de la puerta con silueta, mediando en el saludo formal del encuentro, ya se viralizaba. Y acentuaba más el sentido miserable de una grieta que no cesa de ensancharse.
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