martes, mayo 12, 2015

El rating político de Showmatch

El sello Tinelli de los últimos años va en concordancia con sus propios cambios: de todo un poco y todo a la vez. Máxima expresión corporal del aforismo kirchnerista "vamos por todo", el empresario televisivo no ahonda en detalles en su puesta al estilo Las Vegas, dejando en claro que él es el único que tiene espaldas suficientes para montar todo lo que se le cante.
No vamos a ahondar demasiado en la apertura, aunque pueda sonar  injusto para tantos artistas y laburantes, argumento siempre presente para quienes defienden a ultranza al nuevo zar de la tele (qué vieja suena esta frase de solo nombrarla, no?) Diremos que el combo Rave callejero con Peter y Paula, más Cirque Du Soleil (en estudio y en Olleros), el vestido de Lali-JO López, entre el Music Hall Porteño, Piquín-Pombo, más las monjas de Esperanza Mía describen como pocos, el mejor tenedor libre 2.0 emulando el espíritu primero y primario de VideoMatch.
No voy a detenerme en el clip de Forrest Gump sencillamente porque no lo vi y dudo que los lectores de LN hayan hecho lo mismo (desproporcionados al menos resultaron ayer sus comentarios en relación al máximo exponente de nuestra TV, en relación a un artículo sobre su vuelta). En verdad, no hablaré de su caracterización por el hecho de que el retorno del trabajo a mi hogar, me quitó tal privilegio.
En cambio sí, pude seguir con atención la labor de Marcelo y los tres presidenciables en la última parte del primer capítulo. ¿Quién sería capaz de eludirlo, de solo recordar su amable entrevista a Caaalo Saúl, el papelón de De La Rúa, el vergonzoso pero efectivo Alika-Alicate del Colorado y el plantónamedias de Néstor que preludió la derrota K, en el post conflicto campestre?
Transitar los veintipicos años de periodismo de espectáculos y en general, me asiste a compartir lo de ayer. Aunque debo decir que fue el propio Marcelo quien durante largas jornadas desde el inicio de 2015, se codeó con uno y otro, acaso algo ansioso por otro de sus principales obsesiones el sillón de Riva...digo de don Julio Grondona. Desde su efectiva o eficaz cuenta de twitter cuervotinelli, felicitó y elogió a cuanto candidato de izquierda (bue, de centrocasicerca a la izquierda) a derecha (derechísima)por sus logros, por su amistad, por sus buenas palabras, etc. Párrafo aparte: si alguien quiere hacer un curso acelerado de marketing, sígalo al hombre y sus redes y verá qué significa no dejar ningún cabo suelto a conquistar o ser susceptible de ser seducido.
Lo concreto es que, según Todo Rating, más que recomendable usuario en relación a los números de la pantalla chica, disparó el arribo del primer candidato: "#Rating Dato #Showmatch venía en 32pts, entró Scioli, y subió casi 3pts". Mientras Florencio se diferenciaba desde su cuenta y algunos amigos K, comenzaban a contrastar la capacidad intelectual de Cristina por los exponentes "ordinarios" de la pantalla, Daniel, con Karina Rabolini, volvía a exponerse para fastidio de propios y extraños.
Francamente, me preocupan más los negociados K con Fútbol para Todos en las sombras (el giro de Máximo en relación a la presidencia de Marcelo en AFA, tras la salida de Coqui Capitanich), que la presencia del gobernador en el piso de Ideas del Sur.
Sí hay que decir que dentro del acartonamiento que distingue a algunos políticos menos "cancheros", en relación a los medios, Scioli fiel a su estilo se bancó casi con estoicismo las verdugueadas del dueño de casa. La falta de romanticismo del hombre ¿ex? naranja y la historia de vida, desgracias incluidas compartidas con su pareja, formaron parte de un discurso conocido Aún resulta llamativo repasar aquella desafortunada dupla con Menem en su lancha. Vaya a saber uno, además de la pérdida de su brazo, qué cosas quedaron en el camino para que el deportista deviniera en líder de la provincia más compleja. Se ignora si es un maleficio o no, pero la historia suele destacar que ningún gobernador de este terruño logró hacerse de la presidencia, salvo (creo) el mismísimo Juan Manuel de Rozas.
Y ahí está, el hombre aceptando a su homónimo (Freddy Villarreal) coqueteando con la Rabolini y haciendo del brazo (un chiste que obsesiona al mandamás de la productora) un juego en formato Marceau-Del Sel, con esto de que se baje algunos centímetros desde la cintura mientras comparte tanguito. Al final, el crack del club de la Ñata, se recompone y con el duelo de hacerse el nudo de la corbata con una sola mano, exhibe cierta destreza, dejando a su imitador, en el lugar que da gracia, un payasesco y sano ridículo.


Mauricio asume el segundo acto, con la familiaridad de quien se sabe huésped. Juliana Awada, es "mi hechicera", revela y ella misma lo describe como romántico por demás. El lider del Pro (antes tuvo un ratito, su ladero en Ciudad, Rodríguez Larreta) elige el mensaje optimista, aclara, o ratifica que los planes no serán tocados (en relación al tema que irrita pero embarga a la oposición, pero que realza a la explícita voluntad K) y circunda las máximas cohelistas para proyectar el futuro nacional. Por fin el imitador (Martín Bossi) irrumpe, el rating circunda los 29 puntos,  Macri supera con creces su voluntad travoltiana a quien intenta ridiculizarlo. Y lo logra. "Estás más cansado que yo", suelta el ex dirigente bostero. Error, Martín se preparó tanto o más que la Cristina que supo ser. El monólogo cheto es demoledor. La gota que rebalsa el vaso, no logra arrebatar la sonrisa de Mauri y Juli. "A las netbooks les vamos a sumar tablas de surf, así tenemos dónde apoyar el sushi", suelta el Isidoro trucho. Tinelli exagera su pose de perfil (este año más oculto que los anteriores) y uno piensa si habrá gritos en el piso cuarto, después de la jornada. Marcelo se la banca y Mauri, también. Los dos rememoran su larga amistad desde años mozos (ya había ocurrido con Scioli) y el dueño de la noche resalta la capacidad dirigencial de su invitado. Se nota que con él está más cómodo y no es para menos, el dirigente amarillo es el más tiempista de los tres. Son años.
Sergio Massa es el último y su irrupción se destaca, aún cuando su salida haya sido demorada y deba lidiar con acaso la semana más difícil tras la salida de otro mentor del Frente Renovador, Giustozzi, está claro. Malena Galmarini, sin embargo, tiene ganas de sostener la contienda simbólica de los candidatos y se presta a un chiste, probablemente pautado con anterioridad por la pareja. "Estoy mal de la garganta, pero ella está peor, tiene piojos", revela Tajai en un chiste desafortundado. El chivo de empecid y el rememorado vinagre, más peine fino, que pela Tinelli para seguirle la corriente, no parece ser suficiente. La pregunta compartida del conductor en relación al romanticismo, tampoco suma. "No, no es romántico, es apasionado", prueba la joven que supo humillar al ex socio de su marido en la provincia, lo que le valió cierta popularidad, en las últimas internas bonaerenses. Marcelo prueba entonces por otro lado y va al origen de la relación. "¿Estabas enamorado? ¿Cómo la conquistaste? Y ahí, el deterioro. "Antes era un poco menos mujeriego que ahora", se justifica Sergio, tratando de ser piola, el efecto Freud está servido en la mesa y Marcelo no puede hacerse el tonto. Sin embargo, Massa, acota casi suicida: "Era más inestable". Ya había esquivado el número de años juntos con "fueron un montón", aunque su chica lo corrija con "19 para 20".
Encima Malena, no quiere evitar parecer lo más normal del mundo y desarrolla al momento de describir la pasión: "Es complicado, vos que ya pasaste por tres, sabés lo difícil que es". Ciénaga renovándose.
Por suerte, o no, el rating ronda los 26 puntos. La imitación de Roberto Peña no ayuda, su voz es idéntica a la de Luis D´Elía, enemigo de la casa si los hay. Sin dudas, Marcelo gritará dos veces en su oficina. El Tajaí es anécdota. Entonces Massa le promete la presidencia de AFA a su anfitrión. "En diciembre vos de AFA, yo del país y el fútbol con visitantes", corona. Bah, también ensayado o no, le propone a quien ya empieza a mirar a sus bailarines que sea el líder del debate presidencial, por la pantalla de El Trece. No es como mediador, aclaro, si no como promotor. La historia de los aspirantes a primer mandatario republicano se termina. Los tuits de Randazzo y la visión de Carrió, son analizados con criterio en la mañana radial de No somos nadie. Cada uno con su librito, el ministro, a través de fotos y trenes, Lilita, con las sagradas escrituras en la mano. "Sodoma y Gomorra", exuda y uno no puede evitar pensar en cuál será su posición cuando le toque jugar con el Pro, tal como las últimas veces.
Veinticuatro horas antes de su regreso, Marcelo ya había vuelto a hacer migas con Cristina, a través de sus declaraciones perfilianas. "Es una muy buena presidenta", incluso elogiando a Máximo, su gran rival innombrable, como para poner la casa en orden, antes de su regreso. Unas horas más tarde, pasó por AFA y repartió directivas, apuntando y apuntalando a su tropa, en relación al artículo que le impide hacerse de la presidencia del codiciado tesoro. ¿La noche? La noche fue toda suya. El rating ayuda a los políticos aunque las evaluaciones puedan resultar peligrosas. ¿La patria? ¿El país? "Eso es otra cosa", dirían los puristas.
¿Lo es? Quién sabe.



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