sábado, marzo 14, 2015

zocos (acotada definición)

Zocos
El anciano mueve su pinza para confirmar sus dotes. Decenas de dentaduras en su mostrador certifican que es odontólogo de profesión. La serpiente depositada sobre el cuello de un alemán por un supuesto encantador logra sin moverse sacarle dos o tres marcos de su bolsillo. Así es la roja o plaza de todos los muertos como bautizaron los marroquíes a Dejna El Fna, para recordar a aquellos que eran decapitados por orden del rey. Ningún visitante, ni los mismos habitantes de Marraquech eluden su magia. Se nota con los grupos espontáneos que generan los contadores de historias que sentados en posición de yoga convocan mucho más que los lanzallamas o prestidigitadores. Sin embargo, la plaza no es más que la entrada a otro mundo tan intenso como vertiginoso. Los zocos. La medina antigua preserva a los ciudadanos de los extranjeros. Igual que en la guerra cuando el laberinto era refugio, franceses, japoneses y españoles se pierden ante los zocos de los perfumes, chilabas, la música o los metales. La estrategia de lucha es, por supuesto, el regateo. Claro que el juego del remate termina agotando al más cauto de los compradores.
A esto se agrega la mercadería: teteras de alpaca, vajillas hechas a mano infantil bereber o bolsos y chilabas de cuero de camello, conforman un tesoro.

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