viernes, agosto 23, 2013

Planificar los medios

Ayer, volviendo del laburo en ese zapping de AM nocturno, descubrí como la grilla de la radio se debate entre programas futboleros partidarios y los religiosos de la noche. La ley de medios no anda nada bien, pensé. Y esto excede a la Corpo. Claro que también los grandes saben que al instalarse como la panacea de la comunicación, crear un lenguaje propio, contenidos que los trascienda, puede ser una quimera. Ellos saben. Saben también que no sabemos.
Entonces, salto en este juego especulativo a la tele y, tal como dijo Verbitsky el domingo pasado, veo que el peso del grupo Vila-Manzano con sus señales, también fue determinante en el cambio de mentalidad, más allá del dominguero Lanata. Para que se entienda mejor, América, con sus costos acotados, con su producción austera, construyó un mensaje, una manera de comunicar. Sabe qué quiere y conoce sus limitaciones.
El Trece supo rearmarse tras la salida de Tinelli, con sus alfiles: Suar y el periodista estrella. A Pol-ka le alcanzó con dos formatos, para arreglárselas solos y Jorgito, amplifica con su estilo, las voluntades del Grupo.
Y acá vuelvo a pensar en la Ley y en lo que hizo el gobierno con sus aliados comunicacionales. ¿Se puede sostener un canal líder como Telefe, abstrayéndose de lo político? Claramente que sí. Lo hizo Yankelevich en sus años hegemónicos (menemismo), al margen de lo social y con contenidos propios (no vamos a discutirlos ahora) Sin embargo la fórmula Yank (hijo)-Telefónica, navega ahora por aguas difusas, a saber, una emisora abierta no puede librar su hegemonía a seis horas de repeticiones (Casados/Simpsons) y películas recontravistas. Lo mismo sucede con Canal 9, donde salvo Gvirtz y Casella, la presencia de un gerente buscando información o contenidos, parece una ilusión óptica.
En cuanto a la tele pública, el fútbol se acerca más al granhermano de Ideas, que a un proyecto de transformación social en serio.
Acaso Canal Encuentro, asuma ese espacio con dignidad, aunque resulta NADA, en ese poder dictatorial llamado rating.
Por todo esto, pienso recorro, repaso la relación contenidos-canales-gerentes, ofertas y veo cuán difícil es asumir un compromiso integral en un canal, en una productora, en una señal, en una radio. Referentes de otro canal 13, vienen a mi mente como Goar Mestre y Di Guglielmo, pero también se entiende que la televisión social en la Argentina y las radios, siempre estuvieron sujetas a figuras.
¿Alguien quiere hacer algo en televisión? ¿Algún radioescucha, se juega por encarar otros contenidos?
Tema complicaaado.
Si hasta el mismo Tinelli, no se atrevió a un canal propio por no bancarse el costo global. Acaso en su retina, guarde el desgaste que representaron bancar producciones como Disputas, Sol Negro, Todo x $2 o Buenos Vecinos. En síntesis, su caballito de batalla, seguirá siendo el mismo.
Pienso en el tendal de deudas que dejó a Gastón Pauls sin nada (o mejor dicho, con muchos enemigos), el delirio de Flor Peña en la trasnoche del 7 (ratificando que actuar y producir no siempre van de la mano) y en otros modelos austeros pero revolucionarios de la pantalla que vivimos, endebles desde el rating pero riquísimos en su arte: Chachacha, Juana Molina, Tumberos, Magazine For Fai.
La radio también de golpe se despojó de los formatos y apeló a las figuras, aunque hay nobles excepciones que trabajan para hacer interactuar ambas cuestiones en pos de más calidad. A mi juicio Metro y Nacional, tienen grandes méritos.
Por eso todavía recuerdo en la previa del 2000 una aspiración a debate de la ley en comisiones del Congreso y el grave problema para ponerse de acuerdo y superar las discusiones del primer artículo.
Injusta es mi posición cómoda desde un escritorio, pensando en todos los debates nacionales que hubo para que hoy muchas radios comunitarias, canales coperativos, estudiantiles (por nombrar casos ejemplares), tuvieran su lugar en el aire. Sin embargo, creo que la comunicación fuerte, es una asignatura signada por las limitaciones de la discusión ya conocida. Si el relato político, aún a regañadientes logró imponer su agenda a intereses económicos, ahora deben ser la creatividad y los contenidos globalizadores (no globales), los que transformen aquellos canales de gran llegada. Si no, las latas, las repeticiones y los lugares comunes, seguirán ganando la partida y la manera de mirar y escuchar. Uniforme.
Bueno, dejo de escribir porque ya vienen "Pare de sufrir" (Se repite a las 24 en El Trece, Telefe, el 9) y "llame Ya" (ver girlla de programación).



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