martes, octubre 30, 2012

Me perdí de visitarte..

...de juntarnos x nada, de huevear con ganas, de encandilarme entre cafés y adoquines.
Me quedé con poco tiempo para los amigos, para el metegol adictivo, las siestas abocadas al cine independiente, las caminatas añoradas por Corrientes y Callao hasta Recoleta.
Lamenté la última semana por quincuagésima (que tul) vez, postergar charlas y reencuentros, asumiendo que lo rutinario y banal de mi existencia, obligaba a hacerme cargo de lo de siempre.
Evoqué el fulbito de pasillos y portones hogareños o vecinos, recordé el embrujo de los discos repitiéndome sin hartazgo lo infinito de sus ritmos, entre versos reveladores.
Me dolió concluir que aquellas escapadas de relax en meses de desocupación para cambiar incertidumbre laboral por irresponsables y excitantes encuentros a cuentagotas, fueran sólo migajas deleitables pero ingratas frente al retorno de las costumbres obligadas.
Me perdí otra charla con mi hermano, las peleas con Capi, la respiración tentadora de musas innombrables (aunque de carne y hueso), las lecturas en los bondis, los atardeceres que encandilan el regreso, las resacas que lastiman pero curten.
Menos mal que el amor y los hijos siguen cerca y sus voces, me ayudan a diferenciar entre abandonar lo dejado y lo que es únicamente correrse por unas horas de mi necesario, aún escaso, saludable laberinto.

2 comentarios:

  1. Perdemos demasiado tiempo en cosas tan importantes que no sirven para una carajo. Igual siempre es posible corregir el cuenta kilometro (ponerlo en cero tampoco serviría de mucho). Muy buen texto. Me lo llevo.

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Reflexionemos juntos, no te inhibas y peleate conmigo y con la escritura.