jueves, octubre 25, 2012

Celebrar 25 años haciendo qué?


Evento prensero, hiperautorreferencial. Celebrities cool (Zaira, Kloster, Gigi, Pía, por citar algunas) más música ochentosa se fusionan con el propósito de hacer brillar la noche. Flojo catering, performance terrible (¡¡¡pensar que se hace a cien metros del ex querido Paracultural!!!), guionado vaya a saber por qué Ceo. 
Colega y amigo me dice: "qué esperás si nuestro medio es todo careta". Me resisto a darle la razón. Pero la tiene. Los temas de mi adolescencia no merecen este contexto.Pizarrones con consignas del marketing más burdo que rodean el salón de la Calle México, revelan la falta de creatividad. Un jefe juega a ser Dotto con sus discípulas y el logo de la marca que asegura a otras tantas a tener presencia mediática sin grandes costos. 
En este marco, me vuelve la imagen de editora innombrable con su escasa y recordable única virtud: la tipa mofándose y resistiéndose a las tenazas prenseras que intentan colar voluntades comerciales a su pauta periodística. 
Concluyo sí, que después de esta hondonada de patovicas girl´s (por citar algún nombre que resuma el goteo permanente de quienes nos picotean la cabeza para una nota, foto o pedido), el periodismo podrá volver a ser lo que fue. 
Si sobrevivimos, claro. 
Sobreviviremos, la cáscara de todo esto se seca rápido.

A la salida, otro sabio colega predice: "Esta fiesta tiene un costo, mañana se le caerán varios clientes". ¿Será?

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