sábado, diciembre 16, 2017

El Rojo en el Maracaná y vos sacando los hidrantes




El miércoles trece de este mes no fue ni será uno más.

Ni para los hinchas de Independiente, ni para quienes se despertaron imaginándose dentro de una película del 76.

Como diría mi amigo Berna, mofándose de mis susceptibilidades y paranoias, "El bolonqui x la reforma es para tapar la nueva copa del rojo".

Y sí a mí me gusta mezclar todo con todo. Los seres queridos y los que no me conocen suelen increparme con un sensato "¿y eso que tiene que ver?". Y en esa tara que tengo, en estos días me vi tentado en recordarle a los bosteros que Mauri y Chupete son de Boca...hasta que Michetti en medio del reparto de palos, dolorosamente volvió a anoticiarme que ella también es hincha de Independiente, con esos twitts-traga sapos que nunca faltan para todos lados y todas las corrientes ideológicas.

"Y Holan es tan bueno que no parece argentino", soltaría algún patriota-fondo buitre.
Pero no estimado amigo, ni aún convo/invo cando yoruguas al plantel, ni con uno de sus asistentes ponjas, ni trayendo al vasco-venezolano (o viceversa) a nuestro staff, ni soñando con sumar al boliviano Chamucero, para sorpresa de los fiurers deportivos, el hombre que hoy emula con creces a su papá amargo, suele jactarse en las entrevistas de haber tomado el Halcón, viajar hasta Puente La Noria y hasta vender su auto por una compu, a fin de ratificar que él sí es bien de acá.


Y como experto en menjunjes que soy, digo que si Ariel no hubiese pedido la intervención de la justicia/policía (elogiar este sapo, como buen k, me cuesta más) para frenar al turro de Bebote, difícilmente hubiésemos dado la vuelta. Siempre tuve la sospecha y hasta hoy nadie me demostró lo contrario, que tras ascender no superamos instancias finales porque los barras deben haber "merodeado" al plantel.

Afortunadamente, viendo al equipo celebrar el otro día y realzando los valores de Independiente, me queda más que clarísimo que supieron cuidarse y protegerse de toda la lacra que tantos dolores de cabeza nos dio.

Y ahí está el gobierno de la Ciudad, sí el rasinguista de Rodríguez Larreta, alumbrando el Obelisco de Rojo para dejarnos contentos. A mí me importa poco y nada, dejémoslos a los porteños con su falo siempre erguido y hagamos honor del encanto y de disfrutar de nuestro goce (sí tres veces) a la usanza brasileña. ¿Qué envidia para los cuadrosdemás, no?

Y en este lío del regreso a casa, uno suplica que eviten la 9 de julio a la hora de aterrizar y vayan directamente x autopista. Porque seré hincha (pelotas) pero los diciembres como todos coincidimos, nos duelen cada vez más como este ispa. Y Pablo Moyano que porta una remera amarilla (empiezo a considerar seriamente que el tipo debe ser daltónico), se sube al bondi especial que se detiene justo pasando Constitución. Y el calvario Rojo parece no tener fin. Ni nos dejan llegar con el trofeo.

Los editores de los noticieros (muuucho académico, muuucho copero segundón) están de parabienes esquivándonos. Espn se luce por encima de todos y los canales de aire, en modo esquizofrénico te cuentan que los malos son los de adentro del Congreso, que afuera están intentando poner orden. Aún cuando los empleados de los medios se vuelvan coladores de balas de goma. Y bueno, salvo raras excepciones, los jefes no se caracterizan por bancar a sus empleados. Y ahora con la nueva ley de flexibilización, preparate, mucho menos.

Me queda el consuelo de que en 2001 Racing ganó su copa en medio del tiroteo y los cambios de presidentes. Consuelo de pelotudo, argumento vergonzante, que no pienso tapar autocensurándome. Asumo que fue una idea boluda, que vino y se me fue.
Me entero que hay abuelos fajados, que uno terminó en el Santa Lucía a riesgo de perder un ojo, que varias diputadas fueron atacadas por los gendarmes con gas pimienta. Las tropas tienen debilidad por dañar a las chicas. De hecho ahí vimos a cuatro tipos persiguiendo a una piba, aquella que salió del laburo, la otra con pinta de hippie, hay dos o tres muchachos que se notan lúmpenes.
Miseria de fuerzas de seguridad, que me recuerdan a la represión del Borda.

Lilita, me dijo un amigo peronista curiosamente "levantó la sesión porque imaginó un reguero de sangre". Las fotos de una charla breve de la desquiciada con el cuervo Larroque, me hacen pensar que así pudo haber sido.

Más tarde, me entero que un tuit suyo frenó el DNU (el decreto de Macri) dispuesto para cagar a los jubilados. Un lúcido colega (Sebastián Iñurrieta), ‏ tuiteó con clase. "Si sumaran a Lilita al grupo de wasap no harían estos papelones".

Hay tantos videos de represión, como celebraciones rojas. Yo tengo ganas de colgarme con las que me dan alegría. Con las historias de vida, con el hambre de gloria, con tipos de carácter haciendo banco y no por esto, enojándose con el DT, sino todo lo contrario.

La gente aplaude el retiro de los gendarmes. Ya estoy hablando del 14. Sepan disculpar, pero la vigilia se me hizo larga, por dormir mal después de dar la vuelta allá. Se van los cazadores de distintos (o sea de todos los que no sean como ellos) Ahora empieza la Federal, con motos y fierros.

Me entero que algunas balas disparadas ya estaban vencidas. Me acuerdo del submarino que tanto conmovió al país del orden y de la cordura y que todo el mundo ya olvidó. Me dijeron que los parientes que piden por ellos, fueron fajados. Me cuesta creerlo.
Veo que el dolor en sus diversas formas y colores se expande.
Igual lo que le importa a los ministros es cómo carajo bancar a los Lebac.
Primero la bicicleta financiera,
después el patrimonio
y por último si queda alguna migaja (nunca) los hombres.

Hay una pibita de 8 o 10 años en el Libertadores de América que sigue las palabras de Holan como una alumna interesada en un tema específico de alguna materia social. Ariel que saca voz y argumentos de vaya uno a saber dónde, está contando sus impresiones a un periodista.
La nena conmueve y uno ratifica eso de que algunos son reconocidos como maestros, antes de reclamarles su título. A Ariel, cuando le rompo las bolas con algún mensaje (que siempre lee con respeto y de vez en cuando agradece) lo llamo maestro o profe. Y eso que tendrá cinco o seis años más que yo.

Después el bardo de los hinchas que quieren llevarse algo de los ganadores. Siempre nos apropiamos de lo material sin entender que ya nos dieron algo, impalpable, invalorable.

Recuerdo todavía cuando el Rojo volvió de la gesta en Chateau, mi abuelo me llevó a la Cancha para recibirlos. Estuve ahí de agarrarme un botín de Remigio Magallanes, pero como era pendex, me pasaron x arriba. También lo veo a Pascual afligido después de que otro hincha del mismo cuadro, me choreó la gorra que el abuelo acababa de comprarme con orgullo.
Sin embargo, se le pasó enseguida y con esto de alentarlo para que comparta sus anécdotas, me recordó otras gestas heroicas de partidos memorables de las que él fue testigo. Algunas que no necesitaron de los diarios, como uno contra Central (no sé si había ido a Rosario) donde debió rajarse corriendo hasta el tren, mientras lo cagaban a cascotazos.

No fue la única vez que corrió el viejo. También había ido a Ezeiza. Tengo guardadas unas banderitas de ese entonces con la imagen del tío Cámpora. No de La Cámpora, si no de aquel que fue presidente. Es de esa época. El hombre había cerrado la campaña en el 73...en la Cancha de Independiente.

Sí, en el 73, flor de año para nosotros. Los del Rojo. Los peronistas. Ganadores de todo. De gloria, de hazañas, de golpes, de corridas.

Me quedo con la canción de Calabró que reconvertimos hace 72 horas borrando a la Guardia Imperial y rescato esta nueva versión, surgida desde Copacabana, Flamengo mediante...

"Porque tenemo aguante, aguante de verda

vamos a dar la vuelta, en el Maracaná"





Y vos con tus hidrantes...

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