A priori pensás, otra de narcos, de merca. Encima el flaco,
Jason Bateman tiene cara de nerd, no suma, muy convencional. Pero hay algo, en
ese comienzo, que te suena cercano y muy familiar.
"Plata, pasta, efectivo, mosca, contante, billetes, monedas,
metálicos, dinero, eso que separa a los que tienen de los que no tienen... ¿Como 3,7 dólares por cuatro litros de leche? ¿O 30
dólares por cortar el césped? ¿O es un activo intangible? Seguridad o
felicidad. Tranquilidad. Sugeriré otra opción, dice la voz en off de Martin
Bryde, el protagonista, el dinero es un
parámetro de medición. Cuánto dinero acumulamos en la vida no es consecuencia
de quién sea presidente, de la economía, de si explota una burbuja, de si hay
malas rachas o malos jefes. Deriva de la ética laboral estadounidense, la cual
nos hizo el mejor país del mundo. Es resistirse a la idea de los medios sobre
lo que significa ser un buen padre. Es perderse el partido, la obra, el
concierto, porque estás resuelto a trabajar e invertir en el futuro de tu
familia. Y hacerse responsable de los resultados de dichos actos. Paciencia,
frugalidad, sacrificio. ¿Qué tienen en común esas tres cosas? Son elecciones,
el dinero no es sinónimo de tranquilidad. No es sinónimo de felicidad".
El dinero es, en esencia, el resultado de nuestras
elecciones.
Definitivamente Ozark confirma que hoy por hoy, las series
pueden revelar aspectos más profundos que exceden el mundo de la política,
sociología, la psiquis y, si me permiten, de la filosofía.
Es que a esta familia convencional en apariencia le toca
lavar ocho palos verdes en un lugar de relax, si quieren salvar su pellejo. Y
allí van los buenos de Bryde, a parar en una casa habitada por un viejo con una
enfermedad terminal. Ahí Charlotte la adolescente, sin comprender por qué debe
abandonar a sus amigos de Chicago, para adaptarse al ritmo cansino de los
lugareños, cual pajuerana.
O el pequeño Jonah (atentos con este pibe, Skylar Gaertner)
investigando a través de Google, las consecuencias que puede generársele a su
padre, el hecho de haber sido contratado por un cartel mexicano.
O la bipolar
Wendy Bryde quien paga las consecuencias de ser descubierta como esposa infiel
para dejar de ser esposa y reconvertir el vínculo en una sociedad, urgida por
el vértigo de jefes narcos soplándoles la nuca.
Si se dejan llevar, si se atreven a evitar comparaciones,
Ozark puede resultar una increíble alternativa para reflexionar sobre nuestro
presente, personal, social, global.
Espiando las primeras críticas, uno deduce
que este formato ya incomoda demasiado. No tiene la tranquilidad estigmatizante
de Homeland, ni cuenta con enemigos de rasgos ajenos. El enemigo está adentro.
En la notable inteligencia del especulador financiero que hace malabares para
sobrevivir. En un lago que podría emular al Nahuel Huapi, pero con las
condiciones de Chascomús, la región no da para lavar tanta guita. Pero igual
sucede.
Deténganse por un rato a pensar cómo el matrimonio le
explica a sus hijos la razón de su huída, de qué manera una adolescente usa
instagram para compartir este falso paraíso, que nada tiene de fiscal, pero sí
de tufillo permanente a bolonquis varios.
Hay burdeles, religión, sexo,
traición (aunque afortunadamente más sutil y menos ridícula que House of Cards)
y muchas explicaciones que ayudan a entender la relación economía con
"nuestras elecciones" y sus consecuencias.
Dejo dos joyitas rescatadas del cuarto capítulo (son diez) y
un monólogo explicación de Jonah respecto de su objeción a firmar un documento
que castiga el consumo de alcohol y drogas...Hay otras reflexiones que
compartiré, si tienen ganas de leerlas claro, en un post más. Saludos.
Digamos que encuentras una maleta con cinco millones de
dólares. ¿Qué comprarías? ¿Un yate? ¿Una mansión? ¿Un auto deportivo? Perdón el IRS (nuestra AFIP) no te dejaría
comprar nada de valor con eso. Así que
debes poner el dinero en el banco. Pero hay un problema, ese dinero sucio está
demasiado limpio. Parece nuevo, salido
de un banco. Tienes que avejentarlo.
Arrastrarlo a la tierra, pisarlo con el auto. Lo que sea para que
parezca viejo. Luego necesitas un
negocio que maneje efectivo. Algo fácil y divertido con libros contables
fáciles de manipular. Sin recibos de tarjeta de crédito, etc. Mezcla los cinco
millones con el efectivo de negocio alegre. La mezcla va de un banco
estadounidense a uno de cualquier país que no se rija por el IRS. Luego pasa a
una cuenta común y corriente. Y voilá. Simplemente accedes a una de las más de
tres millones de terminales. Porque tu tarea terminó, tu dinero está limpio. Es
tan legal como el de cualquiera.
**Chicos y causas
- Quiero pedirles que firmen este documento e
n contra de las adicciones
- ¿Puedo pensarlo? Es
complicado, el aspecto económico. ¿Quiere que firme algo en lo que no creo?
- ¿No te parece importante negarte a la droga y el alcohol?
- ¿Por qué?, la droga genera adicción y genera delito y
muerte.
-Impulsa a la economía nacional. ¿Sabe qué es el producto
bruto interno? Es el total de dinero gastado…
- Sí, sé lo que es.
-Yo no dudaría en firmar algo que dijera…sería genial si
nadie se volviera drogadicto. Pero la
gente es adicta a las drogas. Y para conseguirla tiene que comprarla ¿verdad?
El narcotraficante tiene que mantener a su familia. Ellos son inocentes no
pueden pasar hambre. Necesitan una casa, auto, comprar ropa, necesita un auto.
Y según una teoría, el dinero de la droga fue lo que evitó el colapso de la
economía global en 2008. Al estallar el mercado inmobiliario. Ese dinero fue el
único disponible para apuntalar a los grandes bancos. Sin mencionar los 350 millones de narco
dólares que financiaron los puentes, las rutas y la atención sanitaria. Incluso
la educación, quizás parte de esta escuela.
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