
Adentro la piba se revuelve de bronca, por la indiferencia de su amiga y por cierta chicana vía face: "Me dijo Diva", comenta sin tener en claro demasiado su significado. Después de un par de horas intentando enseñarle el valor de pedir perdón y de perdonar, la piba (que es reina en sus hábitos) suplica ayuda para matemáticas, ayuda que significa hacer las cuentas y resolverlas, explicar el tema lo más pronto que se pueda para que el tiempo pase y salte a otra cosa, a otro tema.
Quejándose y entre lágrimas, por el (falso) esfuerzo, reivindicando la ociosa y peligrosa arrogancia que la conservará en...su arrogancia. Mejor irse a laburar.
...Y en el camino, subiendo la autopista, una familia telerín se ríe de la lluvia en sendas bicicletas. Sí, es la sonrisa de quienes gozan el momento, sin que esto implique sabiduría, o mejor dicho sapiencia; de quienes desconocen el devenir y recorren en silencio lentos, pero seguros, el encanto de este instante, único. Entonces se ve que lo profundo y lo efímero se revuelven juntos, pero no como tripas.
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Reflexionemos juntos, no te inhibas y peleate conmigo y con la escritura.