martes, enero 22, 2013

Ni ángeles, ni caleidoscopios



Repaso movimientos, determinaciones, constelaciones, hechos. Si "las alas del deseo" representan una oportunidad o "la chance", de pensarse distinto, de empezar de nuevo, con vestigios de felicidad, la segunda parte, ninguneada, olvidada, se acerca más a la descarnada lucha que nos/me toca. Reviso roles (como padre, amigo, profesional, hijo, sujeto, perfil amatorio, escriba, deportivo, etc.) y a partir de lo ocurrido en los dos o tres ùltimos años, todo se hace cuesta arriba. Bah, quizás mi capacidad complidora de los tiempos que corren, suelen ser quejosos. "Ultimamente" o "desde hace un tiempo a esta parte", son frases que utilizo para la queja. Lo concreto es que a veces me siento como ese ángel ignorante e ignorado, de la Berlín gris, que no añora los colores, ni la sangre.

Que lastima sin querer a los que les toca en suerte espiar o proteger. Que no sabe divagar y teme perder una batalla nunca elegida. Entonces, reflexiono y veo que no hay chances de parar a dejarse llevar por calidoscopios, o alzar la mirada para buscar esa Osa mayor que nunca aparece ("boludo, está en otro hemisferio", me explicaron alguna vez), o andar en bici sin importar el dolor de espalda. O jugar al fútbol o al tenis, sin anticipar mis seguras derrotas.

http://youtu.be/RGzm6CMsThc

1 comentario:

  1. Any Oldiron2:41 p.m.

    Esto lo dice un personaje de Kundera: "Cada vez que pienso en las viejas culturas de la Antigüedad, siento nostalgia. Quizá se trate, entre otras cosas, de una nostálgica envidia por la desmayada y dulce lentitud de la historia de entonces: la época de la antigua cultura egipcia duró varios miles de años; la época de la antigüedad griega, casi un milenio. En este sentido, la vida individual de los seres humanos imita la historia de los seres humanos; al comienzo está sumergida en una inmóvil lentitud y luego, poco a poco, se va acelerando cada vez más." Para remontar el vértigo de cada día vendría bien intercalar de vez en cuando los eternos minutos de la infancia. No se cómo hacerlo, eso sí. Que tenga un buen juego, más allá del resultado.

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Reflexionemos juntos, no te inhibas y peleate conmigo y con la escritura.