Hay algo en la religiosidad extrema del arquero de Belgrano, que fastidia, molesta. Ayer, tras derrotar a Independiente, el arquero que había caído despatarrado quince días atrás con el salvaje y saboteador petardo barrabravista, para automáticamente levantarse por peligro a balacera, volvió a hacer referencia a nuestro Señor y a su justicia divina "que tarda pero llega", dispuesto a acallar esa tremenda injusticia que hace que algunos favorecidos puedan continuar con su partido, por "las manos negras de la AFA".
El mismo tipo que tildó de llorón a Javier Cantero, recuperó la energía y la compostura después de su glorioso triunfo. Y sinceramente, detrás de su queja, uno no puede evitar husmear un tufillo a no bancar al que se enfrenta a todo. Es que Olave, parece ser de la vieja escuela que rescata los códigos por sobre todas las cosas. Los barras son menos problemáticos que los presidentes solitarios que denuncian. Porque, a no dudarlo, no hay término más futbolero que el de "buchón", buche o cualquier adjetivo que caracterice al alcahuete en todas sus formas.
Y diga que no lo entrevistaron al final del partido para la tele en directo, porque se había aprendido la cita de Ezequiel 25:17 y le salía igualita a Samuel Jackson en "Tiempos violentos", sólo que en castellano de Córdoba. Otra vez será. En fin: Alá lo confunda a la salida de un córner. Buen fin de semana.
ResponderBorrar