La semana pasada me quedé con la canchereada de Nico Wiñaski (no confundir con Miguel que más allá de la Corpo, fue grosso docente que me enseñó lo indescifrable y atractivo de Heidegger), pero sigo, "enseñándole" la marcha a un militante como quien dice "mrá cómo te cago".
Repasé entonces las estrofas de la versión montonera que aprendí no sé por quien (probablemente durante la llegada de la democracia) y en el delirio me dije: qué mundo fascinante, pero qué locos estaban los muchachos y cuánto de ingenuidad cristiana había en ese himno...Lo repaso:
"Con los huesos de los gorilas
vamos a hacer una escalera
para bajar desde el cielo
nuestra Evita Montonera"
Enseguida me vino una imagen que aprendí en la boliviana Potosí. Sí, ahí en las mismas minas, los muchachos habían hecho una cuenta: los millones de plata que se chorearon los españoles equivalían a los millones (quinientos, calculamos) de los huesos de los muertos que significaorn la conquista.
Así que, parallegar hasta el cielo, mirá que había que matar gorilas eh...
¿Y dónde estaba ese cielo?
¿De qué lado al final está la fe?
Hoy acabo de enterarme que murió Alcira Argumedo, una tipaza, de las de este lado, de corazón gigante, de generosidad infinita. Se me ocurrió tirar "Se nos van los buenos". Y ahí la fe, las creencias, vuelven a interrogarme. Al final de todo esto, Dios pinta más capitalista, pro, tecno, manipulator que nunca.
Y bueno, se van los buenos a ningún lugar. Sin escalera. Ahí al hueco incoloro, inodoro e insípido que puede ser mejor que convivir con muchos de los mierdosos de acá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Reflexionemos juntos, no te inhibas y peleate conmigo y con la escritura.