viernes, septiembre 15, 2017

Sobre Cristina-Novaresio y la incomodidad de la fe

Dejo en manos de "nuestros expertos" el análisis sobre la entrevista de ayer.
Todos los que transiten este blog saben como pienso.
Pero sí hay algo que me soprende todavía y parece que va camino a no detenerse nunca es la animosidad de aquellos compañeros de la vida en contra de Cristina.
Hablo de aquellos con quienes compartimos la creencia por un mundo más justo.




Acaso en la respuesta final que ella da sobre 'si Dios la recibiera...qué le diría', esté la matrix del sentido de la fe que uno aprendió como un camino a favor de los que menos tienen.
Adelantándome a su respuesta supuse "me quedé corta" y coincidimos.
Ahí es donde encuentro a la ex presidenta como par.
Entonces, digo, insisto que los adolescentes que supimos ser y defendíamos el mensaje cristiano, poco se parecen a estos amigos de hoy que la odian con toda el alma.
Así entiendo que hay cuestiones sociales, clasistas por qué no familiares, que van más lejos de elegir un culto religioso considerando a los pobres y al prójimo desde un sentido profundo.
Acaso por eso las circunstancias me hayan alejado definitivamente del modelo cristiano que sostuve convencido hasta mi juventud.
Por eso decimos Maldonado, cuando también debieramos decir Mapuches, Cabecitas, Villeros, Negros de mierda, Planeros, Choripaneros, así con mayúsculas. De este lado de la grieta, amigos, me van a encontrar siempre. Lo aprendí de la fe, pero también de mis abuelos, en su sentido solidario, de la memoria republicana gallega, de la admiración revolucionaria, aunque cortísima de 1810.
Si alguien se acuerda de lo que aprendió entonces además de rajar al virrey fue la abolición de la esclavitud en la Asamblea del año XIII (así en números romanos como nos enseñaron a escribir)
Con eso me quedo.
Cristina fotografíandose con los laburantes de Infobae, representa un poco eso. Y no lo digo para endiosarla. Rescato aspectos en los que pueda comulgar con su visión, aunque sea millonaria.
Y no voy a seguir con este debate porque ya hay miles de voces juzgando y refutándolo todo.
A veces el silencio no implica que quien calla otorga, si no que hay que saber cuando parar.
Total hay demasiadas voces ensalzando la idea de ratificar la maldad de una yegua, puta y montonera.
En esa expresión, revuelvo al Jesús que me habían enseñado, el humillado, ultrajado que jodía.
Todos joden, jode Cristina, jode escribir un blog políticamente incorrecto, joden los mapuches en tiempos de CEOS decidiendo nuestros impuestos.
Va más allá de las cuestiones de fe.
Igual, como dije el otro día en mateada de amigos antik, "superame la patria es el otro", filosóficamente hablando. Y ahí arrancamos.


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