lunes, julio 01, 2013

Menos Pocho

A mi no me gusta mucho eso de reivindicar o conmemorar al General. Contradictorio, pa variar, no? Pero uno de los pocos recuerdos que me quedan del costado peronista familiar (aún cuando simpaticé casi siempre con la JP) es el relato del abuelo post Ezeiza. Su retorno en soledad apesadumbrado, por los tiros, por la traición, por esa tragedia premonitoria. En este sentido, prefiero quedarme con la imagen del tipo haciéndose el boludo y cobijándola a Evita cuando ratificó su "renuncia". Esa imagen contenedora del quía me enternece más que su postura canchera, sobretodo la de Puerta de Hierro en Madrid. De sólo pensar cómo fue traicionando la ilusión de miles de jóvenes por su desmedida ambición, exacerbada en la vejez, me duele. Sumado a Isabelita, al brujo, a sus decadentes herederos llegada la democracia. Por eso creo que el kirchnerismo es otra cosa. O debe intentar serlo.




1 comentario:

  1. Any Oldiron9:57 a.m.

    Coincido plenamente. Aunque no viví esa época, en la foto con Evita se ve a alguien que daría gusto invitar a comer a casa. En la última, pelado, con ese bigote setentoso y los anteojos negros, dan ganas de escapar. Hay que ver cómo complican las cosas los asesores de imagen, el "Entorno" que le dicen. Y le digo más: nuestra memoria es injusta. Llevamos grabados al 1º de julio, al 26 de julio (marcha de antorchas), pero al aniversario de la muerte de Isabelita nadie lo tiene en mente. (Acá me dicen que todavía no sucedió, pero igual le digo: no lo llevaremos en el recuerdo).

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