jueves, febrero 08, 2018

Cántaros musicales y envases de palabras

Hay un tema de Palo Pandolfo que siempre me gustó mucho. Se llama canción cántaro y la letra dice más o menos así: "Canción cántaro, lleva tu tristeza, Y la duerme entre la hierba, Canción cántaro, un poco de amor. Un poco de rocío de aquí para allá. Canción cántaro. Tus emociones más profundas. Las más superficiales. Canción cántaro artesanal. Canción fuente, canción herramienta. Canción cántaro, vierte la leche en la taza, de tu melancolía..."y sigue (ver al final completa); la canción decía, solíamos compartirla con Majo García Moreno en Editorial Perfil a modo de talismán o mantra.
Desearnos "canción cántaro", era como salir al ruedo con amuleto lingüístico o simbólico necesario para sobreponerse a lo jodido que pudiese venir. Una suerte al mejor estilo 'Pugliese, Pugliese, Pugliese', pero más pretencioso, digamos.

Ayer me volvió al final del día el tema, pero en relación a otras cuestiones.
Revisaba aquellos pensamientos, o mejor dicho algunos sentimientos que uno suele volcar en personas de confianza. A cada percepción, a cada dolor o especulación sensible o mental, un destinatario.
Y de golpe, como quien no quiere la cosa (parafraseando muletilla nostálgica y urbana), sentí que algunas de esas ideas no podrían cuanto menos ser esparcidas en mis cántaros imaginarios.
Un impensado silencio había cerrado la sesión y cierta congoja no pudo ser decodificada por la psicóloga, mi mejor envase en esto de ayudar a descifrar sentimientos.
Por la noche, en casa conviviendo con mi insomnio, imaginé la falta de timing para hacer lo propio con algunos amigos e invocarlos, pero cada uno anda demasiado enquilombado con sus bardos.
¿Charlarlo con mi pareja? Ya tiene demasiado. Los otros familiares tampoco son opción.
Especulé entonces con darle forma al envase de mi viejo.
Sin discusión, el tipo quedaría representado en una damajuana de cinco litros. Cuántos verbos, cuánto subjuntivo para llenarla. Y para reprochar. Al pedo, claro. No entendería nada.

##Desde la tarde sofocante, con el deambular por Montes de Oca y con el tempranero ingreso al diario como falso norte, tuve conciencia de que esos sentimientos no reconvertidos en conceptos claros no lograrían ocupar algún espacio destinado.
Palabras habituales y preguntas inútiles terminarían fundiéndose en un mar de ensueños.
Olas de nadas. Confundidas como gotas de Blade Runner.
Ni vasijas, ni tubos de ensayo, ni botellones de aguas saborizadas, ni recipientes vidriados.



Después, al final del día, entre la caminata y el insomnio (para ser más claro, con el regreso a casa del yugo) la vida acomodó el orden de las cosas y uno entendió que ningún cántaro es indispensable. Mucho menos las palabras que intenten desbordarlo.
Antes de subirme al colectivo de la medianoche  me crucé con un padre y su hija de cuatro cinco años paseando por Mitre en Sarandí a dos cachorros enormes. La nena miraba embelesada al tipo y no pude evitar la obviedad de preguntarme si con Cata habremos cruzado en su pequeñez, semejante idilio. Narcisismo puro.

Con el 98 que nunca llegaba, los descubrí dando vuelta a la manzana.
Supuse un falso temor del tipo, en esto de cumplir con el ritual de sacar a los perros tan tarde. Sin embargo, los dos (bah, los cuatro en realidad) iban bien tranquilos.
Ahí es cuando los cántaros, el azar, el devenir (si me permiten) pierden sentido. Como las palabras.

###Ya de regreso en el bondi, leyendo la biografía del flaco, rescato más conceptos que quisiera compartir no sé muy bien con quién, con quienes. Mucho menos si se encadena, cual chorro de deformaciones sentimentales, con esta incontinencia absurda. Se cuela esto que cito textual:

- Tal vez es una idea muy romántica, pero creo que mientras exista el hombre habrá canciones. Incluso vos lo decís  de alguna manera en un tema del disco La la la. "Si alguien alza un canto canta porque es vida" (pregunta Eduardo Berti).
- Bueno, lo que sucede es que a través del término "canción" estoy expresando un montón de cosas que pareciera que van a dejar de existir. En otra parte digo, medio en broma, que no va a haber más mate.
- Ahí te creo más.
- No sé. Pienso que es mucho más factible que el mate subsista y las canciones sean simplemente computadoras que hablan. Creo que la belleza y el lirismo pueden llegar a alterarse mucho con el paso del tiempo. Estamos en una etapa culminante de la civilización.... (Sigue, página 170 de Spinetta Crónica e Iluminaciones)

#### Cierre del post
Ahora el calor abrazador se parece a la caminata de ayer. Es jueves al mediodía y la suerte con sus correspondientes terminologías, ya fue arrojada. Canción cántaro para todos y todas.
¿Los sentimientos personales?
Embotellados y bien precintados.
Igual tranqui, todos sabemos que a las palabras se las lleva el viento.



*Canción cántaro, lleva tu tristeza 
Y la duerme entre la hierba 
Canción cántaro, un poco de amor 
Un poco de rocío de aquí para allá 
Canción cántaro 
Tus emociones más profundas 
Las más superficiales 
Canción cántaro artesanal 
Canción fuente, canción herramienta 
Canción cántaro, vierte la leche en la taza 
De tu melancolía 
Canción cántaro, se hizo de la arena 
Y la arcilla del hueso del abuelo italiano 
Canción cántaro, de mi raza que se vuelca 
La tierra nueva de la reconciliación 
Canción cántaro, la noche del hambre, 
La noche del frío 
La noche del fuego 
Canción que lleva algún consuelo 
 O tal vez fe para seguir luchando 

Canción que lleva la furia contenida 
Que ya hubo bastante sangría 
Canción cántaro, lleva sulfamida 
Para curar tus heridas 
Sobre todo las de tu piel 
Oh! Caminante de la tierra 
Llévate mi cántaro canción 
Vuélcalo en los caminos 
Sea alimento de los pájaros 
A través de las semillas 
Que broten de este riego 
Canción cántaro, se vierte 
Canción cántaro, contiene 
Canción cántaro, lleva 
Canción cántaro, se vacía. 
Canción cántaro, se llena 
Canción cántaro, se vacía

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